JOSÉ ANTONIO MORENO

Os dejo la entrevista que me han hecho Ester María, del blog "Mundo de Fantasía". Muchas gracias por contar conmigo. https://mundofantasiazgz.blogspot.com.es/2018/03/entrevista-jose-antonio-moreno.html?showComment=1521661644330#c7207663823439391713

Como cada mes desde hace ya un tiempo, un grupo de autores y lectores se han reunido en Fuengirola, en El Azul Café , para debatir sobre literatura.  En esta ocasión, el Sexto Encuentro Literario con Sabor a Café ha permitido que todos los autores asistentes expongan algo relacionado con sus novelas.  Siete minutos ha sido el tiempo máximo que se le ha concedido a cada autor para hacer su exposición. Esto ha permitido a muchos hacer un esfuerzo de síntesis. Todos los asistentes han valorado este método en el que la mente debe trabajar con rapidez para atrapar al público en tan poco tiempo. Después de esta primera parte, el Sexto Encuentro Literario con Sabor a Café ha recuperado, como de costumbre, la ronda de lectura en la que se han recitado poesías, relatos y cartas muy hermosas. Desde estas líneas queremos agradecer a todos los presentes su asistencia. Seguiremos trabajando por y para que la literatura, y sus autores, tengan un espacio reconocido en Fuengirola...

Hace años corría el rumor de que un mago todopoderoso habitaba en algún rincón de la Costa del Sol malagueña. A diario, las lenguas de doble filo contaban también que los sortilegios de aquel hechicero o aprendiz de brujo hacían bailar a los números y a las fórmulas matemáticas hasta que su barita de cedro lanzaba un poderoso y brillante haz de luz fulgurante que se colaba por el cráneo de sus discípulos con la intención de activar sus aletargadas neuronas. Fíjense si era conocida la existencia de aquel mago, hechicero o aprendiz de brujo, que incluso un hombre que sobrevolaba los cielos en un pájaro metálico de extensas alas y robustas patas rodadas llegó a pedirle una vez que le ayudara a promocionar en su empresa de altos…, muy altos vuelos. Y lo logró. ¡Claro que sí! Y también consiguió inflar de ceros su ya de por sí abrumadora cuenta corriente. Y, al mago, hechicero o aprendiz de brujo, como quieran llamarlo, le obligó a reducir el número de aves metálicas con las que p...